Crítica: El Cisne Negro (Black Swan 2010)

Bastante tardíos para traernos esta increíble pieza del séptimo arte, un drama psicológico con mucho suspenso, algo a lo que Darren Aronofsky nos tiene acostumbrados desde "Pi, El Orden del Caos" pasando por la inolvidable "Réquiem Por Un Sueño" y más recientemente con "El Luchador", de esta última parece desprenderse cierto numero de similitudes en cuanto a la trama pero obviamente son tratadas desde un punto de vista algo diferente y con una carga emocional llena de tensión que se ve aumentada por la banda sonora casi enteramente instrumental, estoy seguro que salieron del cine totalmente en shock... al menos así salí yo.

La belleza y elegancia del ballet contrarrestados con la frágil mente de una joven algo trastornada y colapsando ante la presión, no es algo con lo que sea fácil identificarse pero resulta bastante familiar y escalofriante... más aun cuando es algo más del mundo real que el de ficción. debo decir que a pesar de tener un inicio algo soso, la película sigue un con ritmo perturbador que culmina hasta la escena final cuando tenemos ese último FadeOut hacia una pantalla blanca, momento en el que nos permitimos recuperar la respiración... uf, valla que me emocioné, algo que pocas películas logran.

Portman demuestra que puede con papeles complejos y más adultos (aunque lo haga de inocente palomita), dejando de lado el que las escenas de ballet sean dobladas por una profesional, el trabajo histriónico que plasma en cada escena es el ingrediente determinante que hace de esta película un éxito; ya que, de ser sincero, vemos bastantes tramas como estas en los terrenos del cine independiente, es por ello que no es "sorprendente" como muchos le llaman, es fuerte emocional y psicológicamente, pero "sorprendente" no creo.

A pesar del cúmulo de emociones provocadas por esta gran película, ciertas cosas no embonaron totalmente para mi o no me dejaron totalmente satisfecho, y no se porque las escenas subidas de tono no mostraran más, que de hecho algunas se me hicieron innecesariamente largas aunque sí complementaba con la trama, no como en otras películas en las que solo están para satisfacer la lujuria visual de quien las mira y dirige. Tal vez es esa sensación de lejanía o las escenas aparentemente sueltas lo que hace que al final nos quedemos con ganas de más o como que algo le falto, no es por su abrupto y estresante final (el cual me encantó) es más por la manera en la que llevan la trama a un punto muy cercano a lo tedioso,  hablando de eso ya debo cerrar esta crítica.

Calificación

8.7

Estresantemente buena